La UPR de Río Piedras investigará el estado de los arrecifes de coral
La Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras pondrá en marcha un proyecto de estudio y restauración de arrecifes de coral, amenazados en las costas de la isla y fundamentales para el control de impacto del oleaje.
Parche de crecimiento saludable del coral Cuerno de alce en la costa de Vega Baja. (Suministrada / Oficina de Prensa UPR Río Piedras)
El ecólogo de arrecifes de coral, el doctor Edwin Hernández Delgado, investigador principal del proyecto, señaló hoy a Efe que para llevar a cabo el estudio se cuenta con un presupuesto de $340,000 y que se trata de una iniciativa delCentro para la Ecología Tropical Aplicada y Conservación (CATEC, por sus siglas en inglés) adscrito a la UPR de Río Piedras.
Hernández Delgado indicó que el proyecto de investigación durará dos años y podría ponerse en marcha a partir de enero próximo.
El investigador explicó que el estudio tiene como objetivo primordial conocer en qué estado se encuentran los arrecifes de coral de la costa puertorriqueña, para, después, poner en marcha medidas de repoblación mediante cultivo y trasplante.
Detalló que la situación de los arrecifes de coral es grave en algunos puntos de la costa de Puerto Rico y que por ello el primer paso es conocer cómo está exactamente su estado para poner en marcha medidas.
"Medir el oleaje, determinar la condición del arrecife y unir esa información en un modelo donde conceptualmente podamos establecer diferentes diseños de restauración basado en el conocimiento adquirido en proyectos previos", indicó Hernández Delgado.
El ecólogo de arrecifes de coral, el doctor Edwin Hernández Delgado, investigador principal del proyecto. (Suministrada UPR Río Piedras)
Matizó que al medir el oleaje, por medio de la instalación de sensores, se conocerá la situación exacta en la que se encuentran los arrecifes.
Los arrecifes de coral funcionan como amortiguadores del efecto de oleaje, particularmente ante huracanes y en relación al aumento en el nivel del mar, aclaró el investigador.
El proceso del estudio incluye colocar sensores en los arrecifes de las zonas de estudio para medir el impacto de las olas.
Después se investigará cuál es la condición de esos lugares y qué organismos predominan, además de analizarse la estructura del arrecife y cuál es la capacidad de dicha estructura como amortiguador de las olas.
"Unimos todos esos componentes y de eso se hace un modelo matemático para entonces poder determinar cómo es el rol del arrecife bajo su condición actual y comparamos localidades bajo diferentes condiciones ambientales para determinar ese umbral donde el arrecife deja de tener ese beneficio", precisó el investigador.
Hernández Delgado dijo que la simulación estará basada en la información sobre diversas alternativas de restauración ecológica en función de la condición actual de cadaarrecife y así poder proyectar el nivel de esfuerzo de restauración necesario y determinar un estimado de tiempo y costos.
La iniciativa recibió la aprobación por parte del Programa de Propuestas de Resiliencia Costera de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
El deterioro de los arrecifes de coral se debe a impactos humanos como la contaminación, la sedimentación, la degradación de la calidad del agua, la pesca y el calentamiento asociado al cambio climático, todo lo cual supone una amenaza para estos ecosistemas.
En el caso concreto de Puerto Rico, según el investigador, el nivel de degradación del coral es grave en algunas partes de la isla, principalmente debido a las escorrentías (corrientes de agua) de aguas fecales o en mal estado que se vierten en las zonas costeras.
Las escorrentías vertidas, entre otros efectos, provocan la muerte del coral y aguas turbias, lo que perjudica a los arrecifes, que para su supervivencia necesitan claridad.
En Puerto Rico, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales(DRNA) estimó en 2007 que el valor de los arrecifes de coral del noreste de Puerto Rico era de cerca de $1,800 millones.
Por ello su restauración ecológica juega un rol cada vez más relevante para la recuperación de la pesca, la rehabilitación de la biodiversidad y de los paisajes submarinos y para recuperar su rol natural de protección de la costa.