Convertido en ley la Reserva Natural Los Jardines Submarinos de Vega Baja y Manatí
La reserva protegerá terrenos desde la desembocadura del río Cibuco en Vega Baja hasta donde comienza la Reserva Natural de la Playa Mar Chiquita.
Luego de casi dos décadas de estudios del arrecife en las playas de Manatí y Vega Baja y una lucha constante para que se protegiera el área a favor de la conservación marina, el gobernador Pedro Pierluisi ha declarado el área como la Reserva Natural Los Jardines Submarinos de Vega Baja y Manatí.
Con la declaración de reserva, se protegerían las colonias de coral que han sido impactadas recientemente por encallamientos de motoras acuáticas, destruyendo colonias coralinas centenarias y causando la muerte de tortugas marinas.
Con esta ley, se generará una zona de restauración de los recursos marítimos y costeros, manteniendo la primera barrera de defensa (arrecifes de coral) ante eventos atmosféricos.
La reserva protegerá desde la desembocadura del río Cibuco en Vega Baja, hasta donde comienza la Reserva Natural de la Playa Mar Chiquita.
"Tengo esa sensación de estar flotando como que no me lo creo. Son muchos años de trabajo científico y de esfuerzo para llegar a esto. Esto no es algo que se ha hecho de un día para otro. Esto tiene casi 20 años de investigación de arrecifes", reaccionó a NotiCel Ricardo Laureano, investigador arrecifal del grupo Vegabajeños Impulsando el Desarrollo Ambiental Sostenible (V.I.D.A.S.).
Las organizaciones que han estado apoyando el proyecto son: Grupo Vegabajeños Impulsando el Desarrollo Ambiental Sostenible (V.I.D.A.S.), Descendientes Unidos por la Naturaleza, la Adaptación y la Sostenibilidad (D.U.N.A.S.), y Municipio Autónomo de Manatí.
Además, la Comunidad Pro Reserva Natural, Movimiento Reflexiona y Actúa, Surfrider Puerto Rico, Outcome Project, Marullo Sostenible, Colectivo Vegabajeños Unidos, Manatí Scuba, Corsarios, Wildlife Conservation Society (WCS), Yo Amo Al Tinglar, HJR Reefscaping.
Ahora se disponen a realizar reuniones para conseguir los fondos que ayudarán a establecer la reserva y abrir diálogo con el Departamento de Recursos Naturales (DRNA) para llevar a cabo un proceso de orientación a la ciudadanía.
"Como la reserva está oficialmente firmada, buscar los fondos es mucho más fácil y para eso también tenemos gente que nos va ayudar para identificar a quienes les vamos a someter propuestas...De no contratar una compañía, sino trabajarlo acá (local) estamos hablando de $75,000 a $160,000l", sostuvo Laureano.
Sin embargo, la medida que hizo la reserva una realidad estipula que la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP), el DRNA y la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (AAFAF) tendrán que identificar y garantizar $1 millón y $500,000 adicionales para la creación del plan de manejo y conservación de la Reserva.
A pesar de que estiman que el proceso de implementación de la reserva tomará varios meses, para Laureano ya están a la vuelta de la esquina.
"Lo que tenemos que hacer es iniciar un proceso de reuniones con la comunidad pesquera que son súper importantes para lograr establecer un mapa de calificación de terreno sumergido el cual establece las áreas de pesca, espacio de captación de carnada... es oficializar los espacios para la comunidad pesquera", expresó.
Los arrecifes de coral, además de ser una fuente económica para el turismo, también generaría una economía sostenible para su conservación.
Estas colonias de coral han sido impactadas en cuatro ocasiones recientemente dejando la primera barrera de defensa vulnerable.
Con la declaración de la reserva, se lograra establecer boyas de navegación limitando el paso en las zonas protegidas. Así como iniciarían campañas educativas cruciales para la conservación.
Son aproximadamente nueve millas náuticas. Un 0.0086% de reserva.
El P de la S 1395, que fue convertido en ley, ordena al DRNA a que desarrolle en un término de 150 días a partir de la aprobación de la ley, el Plan de Manejo y Reglamentación para la rehabilitación y conservación del área.
Dentro del reglamento, también se establecerá los usos y/o actividades no dañinas compatibles con la conservación, así como la viabilidad de actividades recreativas como el surfing, kayaks, entre otras actividades.
También, el DRNA tendrá que entrar en acuerdos y alianzas con organizaciones sin fines de lucro, para que se establezca el manejo y custodia conjunta de la reserva.
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