Secretario del DRNA firma orden para proteger los corales en Puerto Rico
El secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Rafael Machargo Maldonado, firmó esta semana la Orden Administrativa Número 2021-10 que reconoce la amenaza de la enfermedad de pérdida de tejido de coral duro y coordina la respuesta en estos ecosistemas marinos de Puerto Rico.
“En la búsqueda de esfuerzos que provean iniciativas de conservación y protección, firmo esta orden que, entre otras gestiones, impulsará proyectos concretos para promover la salud y recuperación de los arrecifes de coral en el archipiélago puertorriqueño. Es fundamental fomentar programas rápidos, estratégicos e integrales para preservar estos sistemas, que son tan importantes para la economía, el turismo y para el patrimonio de Puerto Rico”, puntualizó el titular.
El documento establece que a través del Programa de Conservación y Manejo de Arrecifes de Coral del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), funcionarios de la agencia y colaboradores de organizaciones ambientales continuarán la investigación con tratamientos en corales amenazados que puedan ser efectivos para detener las lesiones de enfermedades en estos ecosistemas y desarrollarán estrategias para reducir y prevenir las descargas de contaminación y sedimentación en las vías fluviales costeras. Esto, en coordinación con agencias estatales y federales. Además, el personal científico colaborará con otras jurisdicciones en Estados Unidos para realizar actividades, crear esfuerzos educativos e identificar otras ubicaciones de esta condición que amenaza a los corales.
Actualmente, biólogos del Programa de Especies Protegidas y Ecología Marina apoyan varios proyectos alrededor de Puerto Rico para promover la salud y recuperación de los arrecifes y, mediante sus técnicos, está utilizando tratamientos en los corales amenazados, técnicas que persiguen conocer cuán efectivos son contra la enfermedad.
Puerto Rico cuenta con aproximadamente 2,360 kilómetros de fondos sumergidos, llanos donde se encuentran los arrecifes de coral, praderas de hierbas marinas, fondos arenosos y otros hábitats. De esta área, 245 kilómetros son arrecifes de coral donde habitan más de 40 especies de corales duros. Según datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), un 93% de estos ecosistemas en Puerto Rico son clasificados como amenazados, de los cuales el 84% tiene alto riesgo y, por lo tanto, están en peligro en la zona del Caribe.
Datos del DRNA establecen que la enfermedad de la pérdida del tejido de coral duro se reportó en Culebra a finales del 2019 y se está propagando a varios arrecifes en el archipiélago. La misma afecta a al menos 22 especies de corales duros y puede matar, en tan solo unos meses, colonias de coral de cientos de años. Esta epidemia en los arrecifes representa una gran amenaza a las funciones y servicios que proveen estos ecosistemas.
“Si no tomamos acción, aumentamos el riesgo de perder irreparablemente los arrecifes de coral, de los cuales dependen los puertorriqueños para la protección de las costas, la pesca y la economía del turismo. Además, ayudan a amortiguar el impacto del oleaje durante eventos de marejadas o huracanes y sirven de laboratorio natural para cientos de científicos”, manifestó Machargo Maldonado.
Los arrecifes de coral forman una de las comunidades biológicas más complejas del Planeta y son reconocidos como ecosistemas altamente productivos que albergan corales duros, corales blandos, esponjas, peces, algas, entre otros organismos marinos.
Si alguna persona ve alguna condición o anomalía en los corales, puede reportarlo a través del correo electrónico programadearrecifesdecoral@gmail.com.
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